Decir si se hace buen uso o no de estas tecnologías no es tarea fácil, pero se podría decir que una gran cantidad de docentes no lo realizan, ya que este no consiste solamente en tener un ordenador, una pizarra digital, un proyector u otra tecnología al alcance y utilizarla en el aula.
Para hacer un uso correcto de estas se deben utilizar como algo más que un apoyo educativo como ocurre en los métodos de enseñanza expositivo, y deben servir para una innovación en el proceso de enseñanza/aprendizaje y deben conseguir que el aprendizaje del alumno sea significativo y constructivista ya que las TIC facilitan el aprendizaje por descubrimiento y se aprende “haciendo cosas”. Principalmente lo relevante debe ser siempre lo educativo, no lo tecnológico.
Las TIC son unas herramientas motivadoras para los alumnos ya que se trata de recursos más entretenidos que los recursos tradicionales, pero muchas veces un exceso de motivación puede llevar al alumno a la adicción o incluso al aislamiento de la sociedad, por esto se debe hacer un recto uso de internet. Pero además también se favorece el trabajo colaborativo entre los alumnos e incluso profesores debido a todas las funciones que desempeñan estas herramientas.
Para que todo lo anteriormente se cumpla los profesores deben tener unas competencias digitales apropiadas y saber transmitir el valor de las TIC a sus alumnos. Crear proyectos de investigación de modo que los alumnos deban seleccionar la información correcta entre toda la que se obtiene en la red, ya que no toda es verdadera y fomentar el trabajo por descubrimiento.
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